lunes, 6 de julio de 2015

Orientaciones de comunidad

Quiero iniciar esta entrada con algunas reflexiones sobre el video y la lectura del documento de Álvaro Galvis y Diego Leal.

El video me gustó mucho, hacerme las preguntas: ¿a quién molestas?, ¿a quién estás conectando?, ¿a quién estás liderando? me dio una nueva perspectiva, me conectó con mi pasión por el psicoanálisis, esa que realizas aunque a otros no les guste o les incomode y que, a veces, precisamente porque llega a molestar y uno no quiere acabar excluyéndose, pone uno en “receso” sin darse cuenta que al hacerlo, deja uno de crear aquello para lo que uno es bueno, me “movió el tapete” como una llamada de atención y me reta a pensar en “los comos” desde donde yo estoy, ya que el psicoanálisis a través de miles de personas que lo estudiamos, lo practicamos y lo utilizamos como herramienta frente a los síntomas de la época actual, ha sabido perdurar al enfrentar el statuo quo, construir una cultura, conectar gente entre sí y crear un movimiento, sin embargo, el reto es más personal para seguir creando pequeñas redes. Me doy cuenta que tengo muchas historias que contar al respecto y que lo único que he hecho es contar algunas y conectarlas con el aprendizaje de los alumnos en sus asignaturas clínicas, lo que ha generado interés en muchos de ellos y entonces puedo decir que la semillita sembrada ha ido creciendo, pero hasta hoy que reflexiono sobre esto es que caigo en la cuenta de ello. Reviso nuevamente sus comentarios en las evaluaciones que hacen de las asignaturas en las que he facilitado su aprendizaje y me llena de júbilo darme cuenta de sus aprendizajes, sus preguntas, sus reflexiones… me encantó, por eso se los comparto. Ahora entiendo por qué mi director de tesis doctoral insiste tanto (e insiste porque me he resistido bastante a ello) en recuperar esas historias y enriquecerlas en un análisis teórico-clínico que constituya parte de mis propios aportes, las conexiones empiezan a quedar más claras…

Por otro lado, el documento de Álvaro y Diego, me dio mucha luz para distinguir entre grupos y comunidades, de modo que vi con claridad por qué apareció hasta el nivel 7 esto que yo extrañé en el nivel 5 sobre los focos “y la luz se hizo!”. Por esto, incluyo en mi esquema dos fechas, la del año pasado y la de este año, considerar las dos fechas, me ha hecho ver mis propios avances. Aclaro que los avances logrados son acciones que se encaminan a lograr una comunidad, todavía son actividades que se realizan en grupo sin acabar de constituirse en una comunidad de aprendizaje, de práctica y de docencia.

He mencionado que las relaciones entre psicoanalistas en Guadalajara fueron escasas, pocas en realidad y por ello las conversaciones abiertas fueron también pocas, acá, se empiezan a dar y mantener el mismo nivel me hace pensar que el cambio ha sido favorable, espero aumentar las relaciones que las impulsen mientras esté en Madrid. La creación de contenidos fue poco, principalmente con los alumnos y lo que ahora resalto son artículos propios ya que no estoy frente a grupo ahora. Sin embargo, la participación individual y el cultivo de comunidad es mayor acá que allá, lo que hace que se “cargue mi pila” para incentivarla de nuevo a mi regreso. Han aumentado las relaciones, el acceso a expertos y las reuniones, lo que me mantiene “alimentada y satisfecha”, pero los proyectos de comunidad aún no se concretan. Tal vez mi objetivo de llegar a 9 en todo sea muy ambicioso, pero solo así puedo pensar en las diversas posibilidades de crecimiento.

En otra entrada hablaré de “las compras imaginarias” por los blogs y los aprendizajes del nivel 7.

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